miércoles, 5 de octubre de 2011

På arbetsförmedlingen / En la oficina de empleo

¿Qué pensaríais si un tipo al que no conocéis de nada te ve entrar, sale a recibirte y se presenta educadamente, te acompaña a su despacho, resuelve todas tus dudas, te explica todas las gestiones que hace una por una, traduciéndolas del sueco, y te da una cita con otra persona (que tampoco conoces), que te va a dar una atención "más personalizada"?

¿Es Superlópez? ¿Supercoco? ¿Superolof? ¡No! es, simplemente, un...

...agente de empleo.

¿Ein?

Todo empezó con un correo electrónico enviado desde la oficina de empleo de Lund, que decía algo así como: "Nos han informado de que su número personal ya ha sido asignado, y es XXXX. Así que a partir de este momento puede venir a registrarse en la oficina de empleo, hablar con cualquier agente e informarle de sus situación, y le ayudará a efectuar dicho registro". Una situación nueva para mi: ¡la oficina de empleo se pone en contacto contigo! Con el aliciente de que Hacienda, que es la que gestiona el famoso personnummer, todavía no me ha notificado que ya lo tengo.

Así que allá me planté, y en su fiesta me colé, cocacola para todos y algo de comer, y ocurrió lo que os relataba más arriba. Un agente me ayudó a registrarme, me explicó paso por paso en qué consistía ese procedimiento (un detalle significativo es que lo primero que hizo fue torcer la pantalla de su ordenador y ponerla de cara a mi, para que viera exactamente lo que iba haciendo), y me dio hora para la semana que viene con una compañera especializada en trabajos dentro del área ambiental/forestal, que me asesoraría mejor en mi búsqueda laboral.

Yo estaba flipando. No sé cuánto tardaré(mos) en encontrar trabajo, pero desde luego (de momento) parece que su interés porque lo logres es real. Vamos, ¡casi le beso los pies al tipo! aunque al final lo pensé mejor, y le di la mano. Con esas cosas, mejor no arriesgarse.

1 comentario: