domingo, 29 de enero de 2012

Paseo helador / Frysning vandring

Ahí van unas fotillos que hemos hecho esta mañana cuando hemos ido a pasear por los lagos que hay cerca de casa. Casi no lo contamos, de la rasca.

La cosa prometía por el solecito. Con lo que no contábamos era con el viento

Fochas y patos suecos. Los tienen cuadrados


Este lago ya está a medio helar

Y éste, completamente helado

Y esto... pues nada, el típico patatal sueco en invierno

sábado, 28 de enero de 2012

Sí, es un niño / Ja, det är en barn

El otro día estaba corriendo por el Stadsparken (como el Retiro de Lund, salvando las distancias), a eso de las 7 de la noche, cuando pasé a un grupo de chavales que estaban a esas horas también corriendo, supongo que era un equipo de atletismo. Tendrían unos 12 años e iban muy monos (y muy suecos) ellos, cada uno con su chaleco reflectante no sea que que fuese a pasar un coche por medio del parque a 200 km/h (cosa muy común en Suecia) y se llevase a alguno por delante.

La cosa es que hacía frío. Y diréis, afamados lectores, qué novedad. No lo era, pero me hizo pensar en otra cosa que siempre me ha llamado la atención, en este caso de España, pero que viene a cuento porque es bastante diferente aquí en Suecia (donde no me llama la atención).

Las madres españolas (y algunos padres) tienen una especie de terror a que sus bebés mueran por congelación inmediata en cuanto la temperatura exterior baja de los 15 grados. A partir de ese momento, ocurre una de estas dos cosas:
a) Le colocan al bebé toda su ropa hasta asegurarse que la diferencia de temperatura bebé-calle alcance los 35 grados (es decir, calle a 15 grados y bebé a 50).
b) No sacan al bebé a la calle, no sea que sufra de inmediato un proceso de criogenia, y se convierta en un bloque de hielo.

Típico bebé español, desde el comienzo del otoño hasta el final de la primavera

Una situación común (nos ha pasado a todos) sería la siguiente, te encuentras con unos amigos que van por la calle empujando un carrito de bebé:

- Hombre, Paco, Marisol, ¿qué tal? ¿Por qué habéis vaciado una maleta en el carro de Jorgito? ¿Estáis ventilando la ropa antes de que llegue el invierno, o qué?
- Qué cosas tienes, Manolo. Eres un charlatán. Estamos paseando a Jorgito, solo le hemos puesto un par de jerséis más no fuera a coger frío.
(Manolo miraría entonces con más atención dentro del carro, y tras la sección de invierno encontraría los ojos suplicantes de Jorgito, como los del bebé de la foto).

Otra cosa muy habitual en España es, por si acaso nos hemos dejado alguna prenda sin ponerle al bebé, cubrir el carrito con una especie de toldo de plástico que tiene la ventaja de aumentar la funcionalidad del mismo: además de llevar al bebé a la temperatura del núcleo solar, podemos poner un par de plantas de tomate a los lados del niño, que se nos van a dar fenomenal.

En Suecia, la gente sale a pasear con sus bebés incluso cuando la temperatura baja de cero (ya sabéis, ni frío ni calor). Diréis todos, pues claro, si no, no saldrían nunca. Bien, es una buena aproximación, pero ocurre un fenómeno curioso: los niños no mueren de frío. ¡Increíble! ni siquiera llevan los toldos de plástico esos preciosísimos de la muerte. Los padres siguen llevando a sus niños a la guardería andando o incluso en la bici, y los ves tan felices y contentos. Un fenómeno inexplicable.

Otra diferencia es que aquí no se lleva nada el concepto de bebé-cebolla de España. Es bastante típico ponerle al niño un mono abrigadito y a correr, que además parece increíblemente práctico.

Bebés suecos con dientes incipientes, disfrutando de la nieve
En fin, para que veáis lo que se le ocurre a uno cuando sale a correr. El próximo día practico el sillón-ball. Se piensa mucho menos.

viernes, 27 de enero de 2012

Elección exprés / Uttryckligt val

El sábado pasado el líder del Partido Socialdemócrata sueco (el equivalente al PSOE español) dimitió. Ayer jueves, cinco días después, eligieron a su nuevo líder.

Håkan Juholt (izq.) y Stefan Löfven (dcha.)
Esta rapidez a la hora de nombrar un nuevo líder (e intentar, con ello, acortar la crisis en el partido) me ha hecho pensar en el proceso actual en el PSOE, para elegir a su nuevo Secretario General, que lleva abierto desde las pasadas elecciones (noviembre) y que va a terminar en febrero. Es decir, más de dos meses. Teniendo en cuenta que los candidatos no son precisamente desconocidos, parece un poco excesivo (e incluso perjudicial para ellos) el tiempo que se están tomando en culminar el proceso (independientemente de plazos de estatutos y demás). Pero tranquilos, que no me voy a meter en eso, porque vosotros estaréis aburridos y yo también.

Pero no todo son luces (qué bonita frase) en la elección del nuevo líder socialista, Stefan Löfven. Por un lado, su predecesor, Håkan Juholt, el que parece que lleva un bigotín de esos que venden en la Plaza Mayor, se marcha tras un escándalo (del que se lleva hablando meses) relacionado con unas dietas que pidió al parlamento sueco en concepto de "ayuda" para el alquiler. Aunque el importe que podía pedir no estaba claramente regulado, y a pesar de que lo devolvió íntegramente, se le acusó de haber solicitado una cantidad desorbitada. El monto: 160 mil coronas, es decir, unos 20 mil euros. Esto, unido a su falta de popularidad y de apoyos en su partido, ha acabado por forzar su dimisión. (No voy a entrar a comparar los casos de corrupción en España con este) (aunque me entran ganas). 

Por otro lado, otra crítica que ha recibido el partido socialista sueco es la opacidad del proceso de elección del nuevo líder. Las instituciones suecas se caracterizan por su transparencia, y muchos otros partidos presentes en el Parlamento, que han elegido líder recientemente, lo han hecho de forma pública. Sin embargo, los socialdemócratas lo han hecho a puerta cerrada. Cierto es que querían evitar una crisis de liderazgo, pero las formas no han contribuido a mejorar su imagen. 

Y todo esto en un momento en que los socialistas, como en España, vienen de la peor derrota electoral de su historia (aunque aquí las últimas elecciones fueron en 2010). En Suecia gobierna una coalición conservadora (he descubierto que coalición y conservadora no son palabras incompatibles. De hecho, hay 4 partidos de centro-derecha en el Parlamento, que conforman la Alliansen, o coalición de Gobierno), que según las encuestas de opinión tiene un índice de aprobación medio-alto. Y, además de elegir un líder capaz de remontar las encuestas y devolver a los Socialdemócratas al Gobierno dentro de dos años, existían dos condicionantes adicionales: estar a la altura de algunos primeros ministros socialistas suecos cuyo bagaje es haber llevado a Suecia al nivel de desarrollo y bienestar actual (los SD gobernaron durante casi todo el siglo XX), y ser mujer... o casi. Porque a pesar de la teórica y en muchos aspectos práctica igualdad de género en Suecia, nunca ha habido una primera ministra. 

Pero como casi todos los posibles candidatos a liderar el partido dijeron esta semana en annan ska bita ihop tänderna (más o menos, "a otro con el marrón"), pues optaron por elegir a Löfven, un candidato de consenso. De momento, a juzgar por las opiniones de los analistas políticos y del pueblo, parece que no se han equivocado, puesto que es un tipo respetado y respetuoso, pero... no es mujer. Así que casi de las primeras cosas que dijo en sus primeras declaraciones como líder del partido fue "soy feminista". Muy curioso. Un día os contaremos más sobre el tema de la Igualdad de género en Suecia, que tiene mucha miga. Para muestra un botón: se han inventado una nueva palabra que no es ni él (han) ni ella (hon) ni ello (den/det), para aludir a los dos géneros indistintamente: "hen". Sería algo así como "elle". Ayer discutimos sobre ello en clase de sueco, y yo dije que me parecía que hay tal grado de igualdad en la sociedad sueca que ya no saben qué inventar, así que como están aburridos con el tema lo que han hecho ha sido precisamente eso, inventarse una palabra para que dé un poco de juego. Digamos que un bulldog tiene una mirada mucho más dulce que la que me echó la profesora.

sábado, 21 de enero de 2012

Actualización / Uppdatering

Mientras cae una buena nevada en Lund desde hace ya unas horas,

(Desde el balcón)
y leo (desde mi cálida ubicación) en el pronóstico del tiempo que el miércoles puede que lleguemos a -9 ºC,

Onsdag 25 januariDetaljerad tabell
01.00Klart-8°NO 1  (2) m/s
07.00Klart-9°O 2  (2) m/s
13.00Klart-4°SO 2  (3) m/s
19.00Klart-6°SO 4  (5) m/s
os voy a contar en qué hemos andado desde la vuelta, sobre todo esta última semana, que ha sido bastante activa.

Aunque todavía no hemos empezado el nuevo curso de sueco (eso es pasado mañana), hemos intentado seguir avanzando con el tema, estudiando en casa y, sobre todo, metiendo la nariz en varias actividades para hablar. Hemos comenzado la rutina semanal de quedar con nuestro "buddy" sueco (svensk kompis) respectivo: María con su rubio y yo con mi rubia (cualquier comentario a este respecto será convenientemente ignorado ;-)). Hablamos una hora en sueco y otra en español, o esa es al menos la teoría: todo depende del dolor de cabeza de ambos tras hablar una de las dos lenguas tanto rato. Este martes se ha reanudado también la hora de conversación / lectura de periódico en sueco, en la Biblioteca, mola porque ya nos conocemos casi todos los que vamos, y al final eso ha supuesto que cada día sea menos lectura de periódico y más una "pela de pava" (tengo que averiguar cómo se dice esto en sueco, pero a ver cómo se lo explico a la profe).

El miércoles que viene se reanuda también el språkkafé en el departamento de lenguas, así que el pasado nos hicimos nosotros el nuestro, en la cafetería de la biblioteca, sitio no elegido al azar: hacen los mejores kanelbullar de Lund. El café, además, lo lleva una pareja venezolana que se enrollan mogollón con nosotros, aunque a la hora de invitar debe ser que se han vuelto ya suecos... jeje. También nos invitó a su casa, esta semana, una compañera rusa de mis cursos de sueco, para el fika (un día tengo que hacer una entrada sobre esto, porque es una auténtica institución en Suecia). Su marido y sus dos niños pequeños estaban en casa, cosa que no sería destacable si no fuera porque el marido es sueco y se unió a la conversación, por supuesto... al principio no nos enteramos ni de cuando nos dijo "¿un café?" pero nuestras caras de higo chumbo no debieron achantarle porque siguió hablándonos a turbovelocidad como si fuéramos nacidos aquí mismo, en la parte vieja de Lund. Funcionó: al cabo del rato ya le podíamos pillar una palabra de cada veinte. Y ayer viernes quedamos un grupete de 8-10 para comer y hablar en sueco, estuvo muy bien aunque solo había una sueca, los demás éramos españoles (Mery y yo), italianos, portugueses, ingleses y hasta un chino (en el sentido amplio de la palabra).

Entretanto, esta semana hemos empezado el Master de GIS, que de momento no nos ha quitado mucho tiempo porque hemos escogido dedicación al 50%, pero en cuento empiecen las clases de sueco y unamos nuestra búsqueda-de-curro-en-inglés a nuestra búsqueda-de-curro-en-sueco vamos a tener que robarle tiempo a la noche, como Spiderman (menuda chorrada).

Yo sigo intentando montar los partidos de fútbol semanales, pero parece que se está resistiendo el personal... aunque tengo a un italiano que se parece a Maldini y yo creo que como no empecemos pronto me va a hacer una entrada de las suyas, en plena calle empedrada de Lund:

El Maldini de verdad. Pero con césped es más fácil
Bueno, después de estas dos soberanas tonterías, os voy a ir dejando. En el tema laboral no tenemos novedades. De momento sin suerte con las ofertas que hemos enviado (para trabajar en inglés), aunque tenemos alguna pendiente de respuesta, todavía. La búsqueda en sueco ya la tenemos activada, nuestros CV en sueco preparados, y algo han circulado, aunque creo (creemos) que es un poco pronto, si bien si seguimos con el ritmo de sueco esperamos ir más rápido con esto también. En todo caso, aquí no ha cambiado la situación: parece que posibilidades hay, tenemos una formación muy adecuada para trabajar aquí, y lo único que nos retrasará un poco es el idioma. Men det går snabbt! Y seguimos viendo cómo está el percal por España y pensando que a pesar del idioma, esto pinta bastante mejor :-) Por cierto, y ya termino, hablando de percales: el otro día vimos la peli-documental "Inside Job" (de la que habíamos oído hablar bastante), sobre el origen de la crisis, o mejor dicho, los artífices de la misma. Os la recomiendo encarecidamente, algunos términos económicos son difíciles de entender pero la peli es muy reveladora. Pero no es de viernes con palomitas, ¿eh?

¡Abrazos!

viernes, 20 de enero de 2012

Helsingborg

(Advertencia: La entrada que vais a leer a continuación la empecé a escribir justo después del pasado 4 de diciembre, que es cuando hicimos una visiteja a esta ciudad)

Hola amigos,

El domingo pasado nos fuimos a visitar Helsingborg, por varias razones:

1 (y principal). Hacía sol.
2. Nos había insistido una amiga argentina que vive allí en ir, para enseñarnos la ciudad y también para que viésemos el marcado navideño, que solo estaba ese fin de semana.
3. No teníamos otra cosa que hacer.

Así que llamamos a Alessio por si se animaba, y allá que nos fuimos los tres, en uno de los nuevos y flamantes trenes de cercanías de Skåne, de un color moradito rico rico. Por cierto, una curiosidad: hace unas semanas vimos que a uno de estos trenes lo habían bautizado con el nombre de un ciudadano ilustre, aunque imaginario, de Skåne: el gran Kurt Wallander. Desafortunadamente, no nos dio tiempo a hacer una foto, pero todo se andará.

Bien, pues recién llegaditos a Helsingborg y sin noticias de Yanina, nos acercamos a la oficina de turismo, donde nos atendió una tía un poco rancia que, a pesar de eso, nos dio la información que queríamos. Así que como no nos íbamos a hacer amigos de ella en ese rato, pues bien. En todo caso pasamos bastante de varias de sus recomendaciones porque, dado que hacía bastante sol, la prioridad número uno se convirtió en visitar el mercado de navidad (Julmarknad). No porque fuésemos a ver mejor nuestras potenciales compras (de hecho, no compramos nada), sino porque el mercado estaba en la parte más alta de la ciudad, y había que aprovechar los cuatro rayejos de sol... a veces pienso que nos estamos volviendo suecos (ya).

Sundstorget. Extraña instalación artística que no entendieron ni los pastores
De camino a Fredriksdal, el parque donde estaba instalado el mercado, encontramos dos curiosidades: un hotel de nombre muuuuy curioso (el dueño no se comió mucho el tarro):

En España se llamaría Hotel Manolo, ¿o eso sería el bar?
Y una amiga, abandonada en una fuente, que allá donde va, triunfa:


Finalmente llegamos al mercado en cuestión, tras una ardua cuesta y un soplo, y no precisamente de aire fresco: 10 euros la entrada. Tras exclamar ¡¡JARRRRLL!! con las puntas de los dedos juntas y un movimiento chiquitistaní (y a pesar de ello lograr una reacción nula por parte de la sueca de la taquilla), procedimos a mover el monedero no sin ello sintiéndonos estafados... aunque mereció la pena totalmente. Lo pasamos como enanos, ya que los puestos tenían desde objetos de madera artesanos hasta quesos de la región, pasando por cerveza de la fábrica local, vino caliente con especias (que entró fantásticamente) y de lo mejor, perritos calientes de carne local y ecológica, estaban brutales y tras pasar dos veces por la cola estuvimos tentados de ir a por un tercero pero nuuuu.

Tienen arte con los perritos, estos suecos
Entre puesto y puesto, disfrutamos de este pedazo de parque que es Fredriksdal, y que en realidad es un museo al aire libre donde hay un pequeño pueblo con casas del siglo XIX (sobre todo), con sus barrios y calles gremiales, y muchas otras construcciones, algunas del siglo XVIII, y en las que hay actores que visten y actúan como cuando vivía gente allí, por esas épocas, y Suecia era un país muy, muy pobre.

Luego dicen que los suecos no salen

Las típicas "granjas con pelo" suecas

No veas cómo hilaba la tía


Entre hilandera y charcutera, llegamos a una habitación de una de las casas-granja en la que nos encontramos a dos tíos que empezaron a tocar una especie de violines de mil cuerdas, como quien se anuda las zapatillas (ya veréis que no se les despeina una ceja). La cancioncita de marras nos hizo retroceder un siglo y además de nos pegó, menudo infierno, todo el día con el soniquete. Dentro vídeo:



Justo al salir nos topamos con la muestra más evidente de que los suecos comen muy sano: donde los yanquis asan "marshmallows", aquí asan manzanas (suecas):

Qué monas ellas

Al salir de Fredriksdal nos fuimos directamente a casa de Yanina, que nos invitó a un café y un bizcocho de chocolate de caerse de espaldas, y de ahí nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad con nuestra guía particular. Al final no vimos mucho, porque ya era tarde, pero lo que vimos nos gustó bastante y decidimos que volveríamos no dentro de mucho tiempo, y veríamos la ciudad de día.

La torre del castillo (donde está encerrada la princesa)

Vista de Helsingborg, a través de uno de los arcos del castillo
Antes de acabar cenando la mejor pizza de Helsingborg (tuvimos que darle la razón a Yanina), y eligiendo cerveza de una carta con más de 200 marcas, en Mogwai, el restaurante de Marco, presenciamos un espectáculo callejero la mar de curioso. Pasábamos junto a una tienda de ropa cuando justo en ese momento empezaron a hacer un desfile (sí, de moda) dentro de la tienda, pero de cara al escaparate y a la calle. Entre las modelos jamonoides (de revolución) (chiste para ingenieros), la ropa (indescriptibles algunas de las prendas) y el maravilloso montaje musical (veréis las suaves transiciones entre tema y tema), no tuvo desperdicio el asunto:


Mira qué contentos, y todavía no habíamos empezado a comer
¡Larga vida al cocinero de Mogwai! Eso sí, casi echamos a perder la pizza en la carrera que tuvimos que darnos para no perder el tren, ¡por poco se la ponemos por corbata al revisor!

Snön / La nieve

¡¡¡Por fin!!!

Desde el portal
Ayer por la noche nevó un ratillo en Lund, aunque esta mañana ya se ha ido gran parte de la nieve. Creo que va a ser así todo el invierno, porque no tiene pinta de que vaya a hacer mucho frío (estamos en máximas de 5, mínimas de -1), así que me parece que las raquetas de nieve nos las vamos a comer con papas, al menos hasta el año que viene... Este domingo parece que bajamos a -2 de máxima y -9 de mínima, así que igual me equivoco. Seguiremos informando.

jueves, 12 de enero de 2012

Vi är tillbaka! / ¡Estamos de vuelta!

¡Hola amigos!

Ya estamos de vuelta en Lund tras estas navidades tan intensas. Los días en Madrid viéndoos a muchos (a algunos incluso inesperadamente) fueron magníficos, y nos disteis un poco de todo: bebés, sobrinos, jamón, campanas de boda, casas nuevas, casas renovadas, jabón artesano, barrigas (de embarazada), regalos estupendos, descubrimientos (maravilla la escondida librería "Traficantes de Sueños" en Lavapiés), queso de Zamora, y muchos besos y abrazos. Madrid (no vosotros) nos agració también con el Gordo de turno: una contaminación del copón.

(Ana) Botella que no ve, pulmones que se resienten
Así que gracias a todos por vuestro cariño... y por vuestras demandas de actualización (algunas quizá tal vez posiblemente un poco demasiado... ¿insistentes? ;-)) y comentarios halagadores sobre el blog. Me he sentido muy contento de que os guste tanto leernos, y muy miserable por tener este diario tan abandonado últimamente. Así que espero que volvamos a aplicarnos.

Como decía, de vuelta en Lund y sin mucho cambio... y respondiendo a vuestras potenciales preguntas, esto significa que:
1) NO ha nevado todavía (!)
2) NO ha bajado de cero durante el día (!!)
3) NO nos hemos olvidado del poco sueco que sabíamos (el idioma, no el rubio) (sí, seguiré haciendo este patético chiste siempre que se presente la ocasión) (!!!)

Además, seguimos en racha: ¡a veces sale el sol! maravilloso.

Aunque el próximo curso de sueco no empieza hasta el día 23, y el máster de GIS hasta el 16, vamos poco a poco retomando nuestras rutinillas: jugar al volley (Mery) y salir a correr (yo) (D. Luis Aguado, vete preparando que de aquí a la media maratón hay un tirito), intercambios de sueco-español, nadar (el lunes abrieron la nueva y flamante piscina olímpica de Lund, que vamos a proceder a estrenar la próxima semana), ver las noticias en sueco, tomar bastante café, nuestros almuerzos semanales con nuestro reducido grupete "social", y nuestra ejemplar organización hogareña que llevamos a cabo los 4 habitantes de esta casa, ejemplo a seguir de eficiencia doméstica, olé.

Mientras empiezan los cursos de sueco, estamos estudiando en casa, todo lo que hemos visto pero no ha calado del todo, que es mucho porque dos horas y media de sueco al día durante dos meses es... mogollón de información. ¡Juventud, divino tesoro! pero leñes, qué pocas neuronas me quedan.

Y seguimos sorprendiéndonos con los suecos, para lo bueno y para lo malo... hoy he llegado a un restaurante universitario donde estaban unos amigos comiendo, y cuando voy a pedir, resulta que no hay nadie. Miro el horario: cierre a las 13:30. Miro mi reloj (Casio de 1992 = precisión atómica): las 13:34. Miro hacia la cocina: recogiendo. Pregunto (retóricamente) a uno de los tipos: ¿está cerrado? (con la esperanza -muy pequeña- de que se "apiadase" de mi y me sirviera un platico de los muchos que seguro les habían sobrado) y me dice, con su cara de Olof: claro. ¿Claro? ¿Qué hago, le ahogo? ¡¡por 4 minutos!! me imagino en Granada o en Málaga o en Madrid o en León y anda que no me habrían sacado un plato de algo, una sopica, unas papas... Así que me he tenido que ir a otro sitio a comer. Muchas veces se agradece la seriedad con que hacen aquí las cosas, pero a veces les falta salir un poco del molde :-)

El viaje de vuelta (retrocedo un poco en el tiempo) fue bien, bastante cargaditos (100 kg de equipaje entre los 3, tres gatos, tres bultos de mano, y un panettone de última hora, en bolsa de fibra de patata del Carrefour, como no podía ser de otra manera).

"Esto, para empezar", le dijimos a la de facturación. Y nunca más se supo de ella
Al llegar a Lund cogimos un taxi-camión. El taxista resultó ser albanés-macedonio (de frutas), y se puso a hablar en sueco con un servidor. Las cosas de la globalización. Moló recordar los sitios a los que viajamos en aquel mítico viaje a Albania hace ya dos años y pico. De los nombres ni flores, menuda memoria.

Al llegar a casa empezamos a deshacer las maletas (solo empezamos, porque deshacer semejante entuerto nos llevó un par de días), y al ir sacando nuestros más preciados tesoros fui realizando la siguiente composición, que lleva el poco original título de "Bodegón (y nunca mejor dicho) ibérico":

Esta vez sí que pega: ¡nos vamos a poner púos!
Gracias sobre todo a nuestras familias, y también  a Raka y Fati por el vino de cuyo nombre no quiero acordarme, y a Pau por la bota, que aunque es regalo antiguo y viajado, acaba de llegar a Suecia.

Para terminar, Leo-Chopito se ha adaptado muy bien de nuevo, y ha vuelto a su cesta preferida en la que no cabe pero en la que él se mete por sus partes (las que no tiene).


Hay que ver qué molesto este solazo sueco