domingo, 27 de noviembre de 2011

Un día (bueno, varios) en el cine / En dag (tja, flera) på bio

Lo prometido es deuda, y además no por mucho prometer amanece más temprano, así que aquí va la crónica de mi "voluntariado" en Kino, el cine alternativo de Lund.

Tiene letras de neón, pero es un cine
Este cine se abrió nada menos que en el año 1936. Esto es reseñable, puesto que como os comenté en una entrada anterior, el otro cine que hay en Lund (ambos en el centro, no en centros comerciales, ¡bien!) es el más antiguo de Suecia, y no se puede decir que este sea muy moderno... En el año 2000 fue renovado completamente, se excavó en profunidad y eso permitió hacer sitio para dos salas, en lugar de una. La sala pequeña (52 butacas) se está algo por debajo de la grande (200 butacas), y ésta se hizo con una inclinación importante (lo cual se agradece especialmente por nosotros, los bajitos, ya que podemos ver una peli aunque se nos siente el sueco medio de 1.90 delante).

La sala principal, en un estilo retro-moderno, si es que eso es posible
La sala pequeña. El color de las butacas no es este moradín que da que pensar;
es más bien azulón
Ambas salas tienen tanto proyector digital como analógico (los rollos de toda la vida), de hecho en la sala grande acababan de instalar, una semana antes de mi primera "sesión", un super equipo digital de mucha calidad. Luego comento más sobre eso.

Por cierto, a pesar del posible parecido, os aclaro que "kino" no significa "cine". Cine, en sueco, de dice "biograf", aunque siempre se abrevia como "bio".

Lo del voluntariado en Kino empezó con la idea de practicar el sueco, pero claro, el primer día... ¡Zas! primera en la frente: si no sabemos sueco, ¿qué sueco vamos a practicar? lógico, ¿no? pues se ve que no para mi, que necesité de un primer día para darme cuenta de ello, oye.

Aún así, ese primer día fue bastante entretenido. Nada más llegar, conocí a Sebastian, a cargo de la taquilla. En mi mejor sueco, es decir, el que sirve para pedir un café y que no te entiendan, le dije que no hablaba sueco. Las cosas claras y el chocolate espeso, no sea que se me liase el hombre a contarme la vida de Gustav Wasa así como tema de inicio de conversación. A continuación conocí a Ale, el proyectista (el que pone las pelis), un chaval joven bastante agradable.

La taquilla+caja+recepción+sala de espera del cine. Asín de chiquitico es
Mi primera tarea, de vital importancia (¿no habéis notado un cambio en el eje de la Tierra?) fue la de ir a comprar sidra. ¿Sidra? ¿asturiana? ¿¡EL GAITERO!? no amigos, no. ¡Ojalá! Aquí llaman sidra a una especie de refrescos de sabores, como sodas con sabor a manzana o a pera. Una porquería, vamos. La cosa es que una de las peculiaridades del programa del Kino es que todos los sábados retransmiten, en riguroso directo y en la sala grande (a través del proyectos digital de última tecnología) la ópera del Metropolitan de Nueva York (uno de los mejores del mundo en cuanto a programación operística). Esto tiene bastante éxito, de hecho la sala está casi llena generalmente, y yo que lo he visto desde detrás, os puedo decir que la calidad de la imagen y del sonido es flipante. Bueno, pues en el descanso, se sirve a los señoritos un vaso de sidra y unos palitos de esos salados, vamos, otra porquería (aunque yo me pongo púo cuando no me ven). No os vayáis a pensar que me tuve que poner la cofia y hacer genuflexiones a los clientes, ¿eh? nada, una mesa plegable (del Ikea, of course), unos vasos de plástico con sidra, y voilà, sírvase usted mismo (y, sobre todo, no me hable, porque no le entiendo).

Desde que volví de comprar la sidra, hasta que preparamos el ágape, me dio bastante tiempo a hablar con Ale y Sebastian, y a cotillear el cine por dentro. Sebastian es cantante de ópera retirado, ¡ojo al dato! el primero que conozco. De hecho, cuando me lo dijo pensaba que me estaba tomando el pelo. Ahora tiene mucho tiempo libre y echa unas horitas en el Kino. Ale estudia derecho pero le mola lo de proyectar pelis, así que otro que ha pringao. Aunque bueno, hablando en plata, el único realmente pringao aquí era yo, que no cobraba un duro (el proyectista siempre cobra, y el de la taquilla, solo cuando trabaja de viernes a domingo). ¿Se podría decir que este cine sobrevive gracias a los voluntarios? puede que sí.

Lo que más me gustó de ese primer día fue ver el cine por dentro. Estar detrás de la pantalla, mirándola por el ventanuco del proyectista, viendo las cabezas de la gente. Y ver los proyectores de pelis analógicas, aunque todavía no he visto ninguno en funcionamiento. Pero sí vi los rollos preparados de las dos pelis que proyectaban en analógico (las demás, en digital): Pina, de Wim Wenders (si os gusta la danza, os la recomiendo mucho), y la española También la lluvia, de Icíar Bollaín (también muy recomendable).

Desgraciadamente, las pelis analógicas están en vías de extinción: en Suecia, no proyectarán más a partir de 2013.


Los que os guste mucho el cine quizá sepáis que muchas veces las pelis estaban divididas en varios rollos, dependiendo de su duración. Y os habréis fijado que en muchas pelis, en un momento determinado aparece una señal en la esquina superior derecha, como una mancha, que dura apenas un segundo. Pues esa es la señal para que el proyectista cambie de rollo, y active el siguiente. Siempre hay dos señales, y el rollo tiene que cambiarse entre ambas. Ale me contó que si eres un buen proyectista eres capaz de que no se note nada. Si no eres tan bueno, en el "solape" habrá un momento, quizá medio segundo (los mortales no nos daríamos cuenta; ellos, los proyectistas (inmortales), sí) en que la pantalla se queda en negro. Pues bien, para saber cuándo sale la mancha, hacen un "script", que es como un dibujo o esquema de la escena en que aparece. La pared de la sala del proyector estaba llena de scripts de varias pelis recientes.

Vuelvo con mi crucial papel en el Kino. Tras la compra de la sidra, me esperaban dos tareas, a cual más apasionante: chequear las salas cada vez que acabase una peli, y barrer los restos "gordos" de comida o papeles, y dar entrada a los siguientes. Esto es, realizar ese importantísimo giro de muñeca que ocasiona que una esquina de la entrada sea rasgada. Señoras y señores, ahí va mi contribución a la sociedad sueca. Chúpate esa.

Esta función hace años se llamaba acomodador, y de hecho, aunque ya no acomodes, en el esquema mensual del Kino, la gente está o en la columna de los taquilleros, o en la de los acomodadores, que en sueco lleva el muy eufemístico nombre de biografvaktmästare ("maestro guardián del cine"). Seguro que mi madre está bien orgullosa :-). La cosa es que lo del rollo del acomodador me hizo sonreír recordando aquella anécdota (que solo algunos vais a entender) de hace unos años, cuando en cierto cine de Madrid se levantó un sujeto gritando "¡Acomodador, acomodadooooor, alguien está fumando!".

Yo pensaba que NADIE hablaba con el tío que te rasga la entrada, pero ay amigo, ¡cuán equivocado estaba! No es que comenten contigo la inflación, o que te den la receta de las albóndigas suecas (plato nacional, y casi podríamos decir que único). Pero sí que te sueltan algo de vez en cuando, y ahí entra la habilidad de uno para discernir si están esperando respuesta. Si no, suele funcionar lo de echar una risita mostrando todos los paletos y caninos, acompañándola de un gesto firme, con la mano, señalando la puerta del cine. Si esperan respuesta, se te suele quedar cara de higo seco, pero afortunadamente el 99%  de los suecos habla inglés y/o no se molesta porque te haya atendido un no sueco parlante.

Y entre la sidra, la escoba, los rollos y las entradas, aderezado todo ello con unos ratos de charleta con mis compañeros, se pasó el primer sábado. Volvió a tocarme los dos siguientes, esta vez con una taquillera en vez de un taquillero, y dos proyectistas. Como todavía no puedo mantener largas conversaciones en sueco, y además en diciembre no vamos a estar parte del mes, de momento no volveré a ir hasta enero. De momento intentaremos aprovecharnos de la otra gran ventaja de ser voluntario aquí, y es que puedo ver todas las pelis gratis, con acompañante... aunque estamos tan ocupados que solo lo hemos hecho con Pina.

Os contaré cómo es el retonno, de momento os dejo un par de trailers de las próximas pelis que queremos ver en Kino, ¡por la pati!

Habemus papam (Nanni Moretti)

Les émotifs anonymes (Jean-Pierre Améris)

Un homme qui crie (Mahamat-Sale Aroun)

jueves, 24 de noviembre de 2011

Viva el Rey / Länge leve Kungen

En los últimos días, casualidades o no, ha aparecido el rey sueco (o su familia) en nuestras vidas. Y no es que haya venido a hacernos una visita (afortunadamente, porque tenemos la vajilla de porcelana con un poco de polvo).

En clase de sueco, el lunes pasado, era mi turno para plantear un tema que pudiésemos discutir en clase. En teoría debía ser algo relacionado con Suecia, y que pudiésemos comparar (todos los de la clase) con cómo fuese en nuestro país. Yo decidí poner sobre la mesa el tema de la monarquía, basándolo en dos preceptos: 1/ en un país con una tradición democrática tan grande, que se aplica en todos los ámbitos de la vida, es sorprendente que el Jefe del Estado no sea elegido democráticamente, y 2/ a pesar de episodios como el de la boda de la princesa Victoria (heredera al trono), que se sufragó en un 90% con dinero público (lo cual generó una gran polémica en Suecia), la monarquía tiene una aprobación en Suecia de entre el 60 y el 70%.

Un gafapastas y una princesa. Sí, es posible
El debate fue interesante aunque, como os podéis imaginar, nuestro sueco no da para profundizar demasiado en el tema. Sin embargo, la profesora (que habla un poco mejor) nos comentó que el de la boda no ha sido el único escándalo de la casa real sueca, y que (en su opinión) la popularidad de la misma anda más por el 50 que por el 70%. Bueno, es una cuestión de cifras. Lo que también nos contó es que Victoria es mucho más popular que el Rey actual, Carlos XVI Gustavo, al que tienen aquí un poco como un papanatas.

¡Mecachis!, otra vez me ha dado el tirón en la cara
También, hace dos días se publicó una noticia en la prensa sueca en relación a las cuentas de la Casa Real. Se ha aprobado en el Parlamento sueco una moción para aumentar el control y, sobre todo, la transparencia de los gastos del Rey y su familia. No lo dice en la noticia, pero imagino que es una de las consecuencias de la polémica del año pasado con la mencionada boda.

Por último, ayer estuvimos hablando sobre las tradiciones suecas (que son muchas y se las toman muy en serio, a ver si hacemos un día una entrada en el blog sobre ello, oye), y en concreto sobre el Fettisdag, una festividad sueca que se celebra el 8 de marzo y en la que es tradicional comer unos ligerísimos bollos denominados "semla", hechos con leche, huevo, harina y almendra, y bien rellenitos de nata montada.

No os engañéis: es más grande de lo que parece
Pues bien, nos contó la profesora que un rey sueco, concretamente Adolf Frederick, que reinó entre 1751 y 1771, murió tras ingerir 5 de estos bollos, todos seguiditos. Me dio mucha pena oir esto, no por el sujeto en cuestión, sino porque yo ya estaba pensando comerme cuatro o cinco el próximo fettisdag. Pero como me extrañaba que la hubiera espichado por una meriendita de nada, he estado investigando un poco y he descubierto que antes de los 5 semlas, el amigo se dio un homenaje a base de langosta, caviar, col fermentada, arenques y champán, que culminó no con 5 sino con ¡14! semlas bien mojaditos en un gran cuenco de leche tibia. El tío era un poco gañán, pero hay que reconocer que debió morir con la sonrisa puesta.

Venga chaval, ve terminando, que tengo ganas de ponerme cómodo y tomarme un tentempié





sábado, 19 de noviembre de 2011

noviembre 2011

Hace mucho tiempo que no damos señales de vida, así que voy a contaros un poquito en qué andamos.

Desde hace un mes aprox. estamos apuntados a cursos intensivos de sueco. Todos los días, dos horas y media de clase. Nos hemos puesto en diferentes niveles ya que el Guille iba un poco más avanzado que yo con el idioma. Creíamos que iba a ser fácil, y la verdad es que ahora que estamos en ello, para mi no es tan fácil, al menos ahora. Todos los palabros son nuevos (=perogrullada de la Mery). Es decir, cuando estudias francés, aunque no tengas ni idea puedes intentar con una palabra española dandole un toque de morritos, y hay bastantes probabilidades de acertar. Con el sueco no pasa lo mismo. Hay algunas palabras que en la pronunciación pueden parecerse al inglés pero al escribirlas, no se parecen en nada. Así que yo cuando me hablan me quedo con cara de, qué c*** están diciendo? con todo esto resumo que después de la clase hay que dedicarle muuuucho tiempo al estudio en casa. Para hacer el tema más dinámico, nos hemos enterado de varias actividades que hay por aquí para ayudarnos en ese sentido. Los martes, en la biblioteca de Lund, hay lectura "slow" de periódico en sueco y una discusión sobre la noticia. Es poco tiempo pero ayuda. Los miércoles en la facultad de humanidades (o algo así) hay un "cafe de idiomas" es decir, se organizan mesas con diferentes idiomas y la gente se pone en la que le apetezca. La mesa de sueco está petada de extranjeros aprendiendo sueco y poco sueco, pero alguno se une. También hay una mesa española a la que me uní un rato y de ella saqué a un rubiales de 2m, Philip, para hacer una quedada semanal y hablar sueco y español. A ver qué tal se me da! de momento el otro día le entendía más o menos. También estoy quedando con la chica con la que queda la hermana de Guille para hacer también intercambio sueco-español. La semana que viene tengo de L-J todas las tardes de sueco. Ya os contaré cómo acabo la semana...

Para practicar el Sueco, Guille está de voluntario en un cine en Lund. De momento va los sábados por la tarde y no habla mucho sueco, pero todo se andará. Sin embargo, podemos ir al cine los dos, gratis, y ya hemos usado esa opción. También ha aprendido como funcionan los cines por dentro, pelis en analógico y en digital, ha visto los rollos de pelis, y todo eso. Como curiosidad, en ese cine, los sábados por la noche, retransmiten en directo la ópera del Metropolitan de New York, y parece que tiene bastante aceptación entre los locales.

Enlazando con la biblioteca, Guille ha encontrado una sección de lectura en español en la biblioteca de Lund que al parecer está genial, con muchos libros de, por ejemplo, Almudena Grandes o Alicia Gimenez, Premio Nadal 2011 con ”donde nadie te encuentre”.

Por otro lado, ando metida en un curso de GIS que organiza el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en españa, el cual acaba esta semana o la que viene; no lo tengo claro. Ha estado muy enfocado a la aplicación estadística del GIS, lo cual aunque un poco heavy porque yo de la estadística, regulín-regulán, ha sido muy útil para ver otras aplicaciones diferentes de hacer mapas bonitos con GIS.

También, la semana pasada nos fuimos a una feria de empleo en la Uni de Lund. Estaba enfocada para estudiantes y parecía más enfocada a que mostrarse unas empresas a otras, quién da más caramelos, o helados, o bolis, etc... Nos cogieron el CV en un sitio, pero sin asegurar absolutamente nada, más bien fue por nuestra insistencia. En otros sitios, directamente nos dijeron que sin sueco nos "fueramos a cagar" más o menos. Sin embargo seguimos en ello, mandando CVs a ofertas que vemos, contactando con gente etc.

También seguimos con los trámites para obtener la residencia aquí (hay Valielita, cuánto nos acordamos de ti y de tus usuarios). Ya nos hemos enterado, o eso parece, que desde que llegó el partido conservador al gobierno, han endurecido las políticas de inmigración, y nos topamos todo el rato con el seguro médico. Parece ser que ni siquiera la tarjeta sanitaria europea sirve para estos trámites. Sólamente sirve un seguro privado con cobertura ilimitada. La mujer que nos está llevando los trámites (que es la misma en los dos casos) le dijo a Guille que en el año y medio que llevan aplicando esta política, sólo han visto dos o tres seguros válidos. Y no digo más.... Conclusión, la única forma es encontrar un trabajo (releer el párrafo anterior) de 5hrs y media semanales durante 6 meses como mínimo, ya que la opción del estudiante tiene el mismo "pero" que es el seguro médico.

Afortunadamente de vida social andamos algo mejor. Entre gentecilla que conocimos en una actividad de la Uni y la gente de los cursos, la cosa no va mal. Cenas, comidas, tekking semanal si el tiempo lo permite...

El tiempo de momento se está portando bien. Están siendo los meses más calurosos desde el 1700 (no sé cómo tienen registrado ese dato, pero eso parece) y no está lloviendo nada, aunque esta semana ya ha helado un día por la noche. Amanece cuando nos levantamos, sobre las 7:30 y anochece sobre las 16h (casi hora de cenar). Según el periódico perdemos 10 minutos de luz al día. Sin embargo, no se nos está haciendo duro.

Por cierto, después de llevar aquí dos meses, por fin ayer escuchamos algo sobre la situación española y las elecciones en la prensa y noticias nacionales. También en el periódico regional de Skåne aparecía una noticia, donde resumiendo un poco dice que el Mariano va a ganar no por méritos propios sino por desgaste del gobierno por la situación económica, vamos que incluso fuera de España saben que es un paquete de tío.

Os dejo con esta estupenda e interesante lectura de sábado por la mañana.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Caña al sueco, que es de goma / Sockerrör till den svenska som är gummi gjort

Amigo Sancho: ¿con el sueco hemos topado? No, el sueco ha topado con nosotros. Palabra de no sueco.

La semana pasada, concretamente el lunes (es decir, hace ya 12 días), empezamos sendos cursos de sueco, razón por la cual el blog ha estado durmiente (como la Bella) todos estos días (gracias por la paciencia, e incluso por los comentarios llegados durante este intervalo). En efecto, esta novedad novedosa nos ha mantenido bien ocupados... porque además ha sido muy bien complementada con otras actividades.

En vista de la velocidad de crucero, no corta el mar sino vuela, con la que nos están gestionando el ya célebre personnummer, que necesitamos para los cursos gratuitos del Gobierno, y de que por ello nos estábamos poniendo un poco impacientes, decidimos empezar un curso "privado", aunque dentro de una institución pública, Folkuniversitetet (Universidad del Pueblo). Vamos, soltando la guita como a la antigua usanza.

De momento estamos muy contentos de haberlo hecho, porque sentimos que estamos avanzando mucho más, además de tener nuestra rutinilla diaria y conocer gente (como os comentaba en la entrada anterior).

Por si esto fuera poco, ayer nos confirmaron nuestras sensaciones casi a hierro candente (nueva expresión castellana, inventada hace exactamente 13 segundos): fuimos a una nueva feria de empleo. La cosa prometía porque era una feria enorme, destinada en principio a recién titulados o personas a punto de serlo, con muchas empresas e instituciones de Suecia e incluso de Dinamarca, y lo más importante, con varias de nuestro sector, casi todas ellas grandes consultoras. Pero nos topamos con la misma barrera que en otras ferias, y no es otra que "sueco, sueco, sueco". Y no solo en el sentido de la necesidad absoluta de conocer el idioma para trabajar aquí, sino incluso en el del trato... notamos que al dirigirnos en inglés a la gente de los puestos, sus sonrisas profidén y miradas con chiribitas que venían de su conversación anterior con un sueco, se transformaban en caras pétreas y miradas de desdén... pero eso no nos achantó porque... ¡cuánto más pases de mi, más brasa te voy a dar! Creo sinceramente que no es debido a que sean suecos, sino a que sean consultoras... parece que la naturaleza depredadora de las mismas no cambia en los diferentes países.

En fin, volviendo al sueco, la semana pasada acabó con bastante agotamiento por las primeras 5 clases (dos horas y media al día). ¿Y qué se nos ocurre para pasar un viernes relajado: mente en blanco, chándal del Carrefúl, pizza y sillón-ball? nooooo. Nada mejor que descansar nuestro fresco cerebro que meternos en una cena con 6-7 personas más, todo el mundo hablando en sueco del minuto 1 al 180. Como diría Joaquín Prat, ¡a jugaaaaar! La svensk middag, así se llamó el evento (los asistentes eran amigos de Cris que llevan haciendo esto unos meses, y tuvieron la gentileza de invitarnos, y nosotros la tontería de acudir), terminó con tremendo dolor de cabeza, debido a la ingesta tanto de sueco (a cazos) como de cerveza (para sobrevivir). A pesar de todo, salimos contentos de haber ido, incluso dijimos media frase en toda la noche.

La experiencia del viernes me hizo decidir que el sábado ni-papa-de-sueco. Ese día por la tarde empezaba mi voluntariado en Kino, que es el cine "alternativo" de Lund. No sabía muy bien en qué iba a consistir eso, solo que me apunté para practicar sueco (mejor dejarlo para otro día) y para ver pelis gratis (los voluntarios podemos entrar cualquier día de la semana, si no está llena la sala). En mi primer día compartí tarde con Sebastian (en la taquilla) y Ale (el proyectista de las pelis). A los dos no les importó hablar en inglés, así que muy bien. Si saco un hueco, os cuento la experiencia en otra entrada.

El lunes retomamos nuestro curso intensivo, y el martes me fui con Alessio (un compañero de sueco) a la biblioteca central de Lund, ya que me había enterado de que ese día la biblio tiene un programa para practicar sueco: en una de las salas, los asistentes van mirando las noticias del periódico y comentándolas. Un empleado de la biblio es el que modera el tinglado, además de inviarnos, gentileza de la biblioteca, a té y café. Esta vez en vez de media frase dijimos una, vamos que nos vamos. Aprovechando que estábamos en tal cuna de la sabiduría, me saqué el carnés de la biblio y me llevé un par de libritos de esos que tienen el idioma simplificado, para gente que está aprendiendo. Uno de ellos, cómo no, de novela negra escandinava. Muy animado me vi ese día, porque desde entonces sigo en la página 1 (del primer libro, clarostá).

El miércoles nos enteramos de que en el Departamento de Idiomas de la Universidad de Lund organizan todos los miércoles un asunto que se llama "Café Multilingua": en la cafetería del Departamento, organizan las distintas mesas por idiomas (con una banderita del país correspondiente), y la gente que quiere practicar el idioma que sea se sienta donde corresponda, y a practicar con los demás. Invitación a té y café incluida, of course (algún día escribiré sobre el consumo de café en este país, que es-peluznante). Al final nos liamos en casa estudiando y no fuimos, pero la semana que viene cae fijo, ya os contaré. Y trataremos de encontrar, en la mesa de español, algún sueco/a intrépido/a que se deje engañar para hacer un intercambio más frecuente (de idioma, se entiende).

Y bueno, hoy ya es viernes.... hoy no hay cena sueca (¡bien!) sino más bien salidita nocturna por Malmö con unos amigos... hay rumores de que en Malmö hay gente en las calles pasadas las 7 de la tarde, y hemos decidido comprobarlo. Informados de ello seréis, jao.

Os dejo con un vídeo de la Kate Perry sueca, Veronica Maggio, y lo que suena suyo en la radio.... ayer no me lo podía quitar de la cabeza, jag kommer, jag kommer, jag kommer! Por cierto, creo que la camiseta que me lleva la Vero la metió en un armario donde había un gato muy cabreado y con las uñas bien afiladas.





martes, 1 de noviembre de 2011

Uttåg / Éxodo

Amigos, no estamos tan solos.

Hoy hemos tenido nuestra segunda clase de sueco (luego volveré a esto), y esta era la composición: un rumano (del que no sabemos mucho porque habla poco), una italiana (que vino aquí hace tres años y tiene un novio sueco), una argentina (que ha venido hace unos meses, y también tiene un novio sueco), una inglesa (¡adivinad! ¡bieeeeeen, muñeca chochona para el nene! también tiene un novio sueco), y un italiano, un griego, y los mendas españoles.

Bien, los últimos cuatro, fijaos bien en las nacionalidades, hemos llegado a Suecia hace pocas semanas, emigrando/huyendo de la situación en nuestros países, para buscarnos la vida aquí.

Me ha parecido muy curioso estar dentro de un grupo que representa claramente la situación de los países del sur de Europa. George, el griego, es médico. Lleva más de medio año en paro. Algunos de sus amigos se habían marchado hace tiempo a otros países de Europa, viendo las orejas del lobo asomar. Dice que ha participado en las protestas frente al parlamento de Atenas, que no tiró ni una piedra pero sufrió la violencia policial, en especial los gases lacrimógenos con que los polis dispersaban a un pueblo harto. Dice que en su casa, desde que el Gobierno aprobó los primeros recortes, empezaron a pagar facturas de luz de casi 300 euros: 80 de la factura, y 200 de tasas. Y si no, les cortaban el servicio. ¿Democracia? ¿Gobierno del pueblo?

Alessio, el italiano, también es médico. Se graduó hace exactamente dos semanas, y a la semana de eso tomó el vuelo a Suecia. Dice que en Italia no hay nada que hacer, no vale la pena ni intentarlo.

Y luego estamos nosotros.

Imagino que si esto pasa en Lund, una ciudad pequeña, en solo uno de los muchos grupos que dan clase de sueco, a nivel nacional debe de ser muy significativo (o en dos palabras, im prezionante) el número de personas que están llegando del sur de Europa a buscar curro aquí. Y mucho más si incluimos el resto de países escandinavos, y Alemania, y Holanda...

Mientras, en nuestros respectivos países, los Gobiernos rescataron a los bancos con dinero público ( es decir, el tuyo y el mío). Esto fue muy caro, pero consiguieron que los bancos no quebraran, sin duda lo deseado tanto por los propios banqueros, como por la UE. Pero claro, ese dinero que les dieron a los bancos para que no quebraran dejó de tenerlo el Gobierno, es decir, nosotros. Y los Gobiernos se enfrentaron a una situación crítica, sin dinero para crear trabajo, y tuvieron que pedir ayuda a la UE (algunos), que se la dio a cambio de unos intereses altísimos en forma de recortes sociales y tasas.

Pero la UE, y a la sazón los Gobiernos, nunca le pidieron a los bancos que devolviera el dinero prestado. Le pidieron al pueblo que lo hiciera. El Santander y el BBVA tuvieron, entre los dos, casi 15000 (quince mil) millones de euros de beneficio en 2010.

Y todavía hay quien se pregunta por qué la gente está saliendo a la calle a protestar.

PS. Perdonad el tono cenizo de esta entrega. No representa mi estado de ánimo general, que es bueno, sino una indignación que es tan grande que me cuesta mucho expresar en palabras. Me gustaría que la gente se diera cuenta de que todo esto no se trata de una lucha contra el sistema, sino que es simplemente una protesta, o lucha, contra una estafa enorme. Nos han estafado nuestros Gobiernos, y nos van a seguir estafando si nos dejamos. Por cierto, a santo de esto, si tenéis un minuto, leed este corto artículo.

PS2. Lo del sueco, que con tanta historia maloliente casi se me olvida: ayer empezamos a ir a clases. No es que nos hayan dado el famoso personnummer, nooooo. Es que nos hemos cansado de esperar, y hemos soltado la pasta para aprender esta bonita lengua que no hay quien entienda :-) Los cursos de sueco gratuitos que da el Gobierno sueco una vez tienes el personnummer tienen entre 1 y 2 meses de lista de espera (con un máximo de 3). Es decir, que era muy probable que hasta después de Navidad no pudiéramos empezar.

Os queremos. ¡Y sigue haciendo sol!