sábado, 12 de mayo de 2012

Lundaloppet, ¡a correr!

No corta el mar, sino vuela...

La semana pasada tuvo lugar uno de los eventos del año en Lund, la Lundaloppet, carrera de 10 km en la que participa todo Lund y parte del extranjero. Un menda se apuntó, a pesar de tener la forma física equivalente a un boniato con reuma. Y me dije, ya entrenaré. Juas.

Así que tras un par de paseítos previos, llegó el día... allí me colé, y en la salida me planté... y me encontré esto:

Estilazo gimnasta
Bueno, lo de delante soy yo. Lo que me encontré fue lo de detrás, es decir, mishone y mishone de personas haciendo aerobic al son del musicote típico de la radio sueca (los 40 principales, una miiiiiierda comparado con Mix Megapol) y a las órdenes y ritmo de dos monitores que ya quisiera Jane Fonda hace 50 años. Así que me uní a la fiesta, así no tenía que pensar en cómo calentar, uno es asín de comodón.

Luego unas carreritas, una cola de media hora para el baño (demasiado expuestos, los arbustos), unos apoyos sonoros por parte de la Mery, y a la línea de salida, con mi adorada Virginia Díaz en las orejas--- ¡VAMOOOOOS!

Mientras, la Mery se encontró a este personaje:

Estoy encantado de salir en la foto, ¿o no se nota?
Que no era otro que... "El Hombre del Café". Sí amigos, este pollo encorvado debido a los 50 o 100 litros de café que lleva en la chepa estaba haciendo negocio: pistola (de café) en mano, cinturón de herramientas (brik de leche, azúcar, unas cucharitas), cartuchos en forma de taza, zapatillas de deporte para pasar desapercibido, rubio y ojos azules para pasar desapercibido... Y éxito asegurado! nada cómo estar en el lugar adecuado (Suecia) con el fluido adecuado (café) (creo que esta última frase no ha sido muy afortunada).

Mientras, la gacela madrileña (uséase, yo) hacía sus primeros hectómetros. La carrera empezó atravesando Stadsparken, el Parque de la Ciudad (esto es como lo de Río River, o Valle Valley), donde 4 suecos/as vestidos de algo indescriptible bailoteaban algo indescriptible al ritmo de la música que salía de su "loro", me hizo bastante gracia. Y menos mal, porque aparte de 2 o 3 disfrazados, un poco sosainas los suecos, incluyendo a la afición... ¡con lo que anima la gente en España en estas carreras! aquí también salen a la calle, pero menos dos o tres despistados a los que se les caía una palma encima de la otra, ¡ná de ná! y mira que viene bien que te griten y te aplaudan cuando aparece la típica cuesta hijap*** justo detrás de una curva...

Pero bueno, yo a lo mío, que era poner un pie delante del otro lo más rápido posible y sin dejarme el pulmón en el intento. A mitad de carrera pasamos por delante del Grand Hotel y de entre los silenciosos suecos surgió una cara conocida y una dulce vocecita a 893472132 decibelios gritando "VAMOS GUILLEEEEE!- la Mery dándolo todo, ¡venga esa gasolina!

Los empollones gafotas del atletismo: iban los primeros
Crucé el parque por segunda vez, el grupo de suecos del loro se había reducido ya a la mitad (¿apretón, aburrimiento, o intoxicación etílica?), subí la cuesta (todas las carreras tienen AL MENOS una cuesta), me eché un vaso de agua encima cuando lo que intentaba era bebérmelo, y puse el automático para los 3 últimos kilómetros, tras un bajoncillo a mitad de carrera. Al final entré en el estadio (nada más lejos de la realidad, es una pista de atletismo normal y corriente, pero la da un toque épico a la historia) y me marqué un sprint que ni Fermín Cacho en Barcelona 92, ¡vamooooos!

O sssea, ¿sabes? no me lo creo
Al final hasta superé mis expectativas, que eran bajar de una hora, y lo hice en 47min28sec... ¡Esos petardos que me puse en las zapatillas sirvieron de algo! Allí en la meta estaban Mery y Sandro, y mientras esperábamos la llegada de Tina, llegaron otros dos personajes:

Salí de Carabanchel, me eché a correr, y mira dónde he llegado

Super-Sol (la que saluda)

Tina, dándolo todo al sprint
Una vez entró Tina, mi preocupación principal pasó a ser encontrar jamancia, así que me fui de puesto en puesto y, sin saber que daban comida sólo a los que ellos patrocinaban (a mi me patrocinaba Miel de la Granja San Patricio, y al final no puso puesto), trinqué dos sandwiches y unos zumos en el primero que pillé, y lo debí hacer con tanta seguridad y ausencia de pestañeos, que no me dijeron ni pío.

La élite atleta de Lund

Con Sol

Una vez devorados los bocatas, plátanos y demás menudencias, nos encaminamos a casa de Cris a tomar el postre: barbacoaca de hamburguesas. Venga, ¡a reponer! En resumen, lo pasamos pezón, y ya pensando en la próxima, que tiene visos de ser la Malmö Milen, en un mesecito. 

PS. Sigan leyendo, que este finde hay otra nueva entrada... ¡estamos que lo tiramos! ;-)



3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. juasjuasjuas, me he jartao de reir... La frase afortunada deja claro que ha llegado la primavera a Lund, aunque debo decir que por aqui también y las hormonas han salido a pasear. Ainsh.

    Por cierto, no estarías tan boniato si hiciste este tiemparro, julandrón! Enhorabuena!

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  3. Gracias, gracias, y gracias por tercera vez, esta vez por los ánimos para escribir la entrada. Vivan los boniatos!

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